El teléfono del viento, la cabina telefónica para “hablar” con los muertos en Japón.
Cuando Itaru Sasaki perdió a su primo en 2010, decidió construir una cabina telefónica con paneles de vidrio en su jardín en la cima de la colina con un teléfono rotatorio desconectado para comunicarse con su pariente fallecido, para ayudarlo a lidiar con su dolor.
Sólo un año después, sucedió el terremoto y tsunami el 11 de marzo de 2011. La ciudad natal de Sasaki, Otsuchi, recibió impactos de olas de 9 metros. El diez por ciento de la ciudad murió en la inundación.
Sasaki hizo publico su kaze no denwa o “teléfono de viento” a la ahora enorme cantidad de personas en la comunidad que habían perdido a sus seres queridos. Con el tiempo, se corrió la voz y muchas personas visitaron la zona. Se cree que 10,000 visitantes viajaron a esta colina en las afueras de Otsuchi dentro de los tres años posteriores al desastre.
Los visitantes marcan el número de su familiar fallecido y hablan con ellos, contando su vida actual, o expresando sentimientos que nunca pudieron decirles cuando estaban vivos. Algunos encuentran consuelo con la esperanza de que su pariente pueda escucharlos. Mientras los residentes de Otsuchi trabajan para enfrentar progreso de la reconstrucción de su ciudad, esta pequeña cabina telefónica también ayuda a reconstruir lentamente sus propias vidas.
Para Itaru Sasaki entrar a esa cabina blanca y marcar el teléfono de su primo en un antiguo teléfono negro desconectado, le hacía sentir que podía hablar y ser escuchado.
Según Sasaki, allí, las palabras eran arrastradas por el viento.
Recientemente la periodista de la BBC Miwako Ozawa, quien estuvo en Otsuchi poco después del tsunami, regresó al lugar 8 años después para ver cómo sus habitantes lidian con el duelo y cómo el teléfono les ayudaba.
Recientemente la periodista de la BBC Miwako Ozawa, quien estuvo en Otsuchi poco después del tsunami, regresó al lugar 8 años después para ver cómo sus habitantes lidian con el duelo y cómo el teléfono les ayudaba.
Conversaciones con el viento
“Hola, Noboyuki, es papá. ¿Qué estás haciendo ahora? ¿Estás con mamá?”, dice uno de los visitantes de la cabina.
El hombre, que perdió a su hijo en el tsunami y a su esposa 4 años después, mantiene una emotiva conversación con su hijo.
“Apenas consigo seguir trabajando, seguir adelante“, dice entre sollozos.
“Si todos nosotros todavía estuviésemos juntos -tu madre, tú y yo-, las cosas estarían mejor. Doy lo mejor de mí para seguir adelante“, agrega.
El hombre le promete a su hijo que volverá “cuando llegue la primavera“, y agrega: “Resiste. Y, por favor, cuida a tu madre“.
De acuerdo con Ozawa, cientos de personas han visitado la cabina en estos años.
En muchos sentidos, explica, el “teléfono del viento” muestra la relación que tienen los japoneses con la naturaleza, la muerte y las fuerzas invisibles que conectan a la humanidad.
“Sabía que nadie me respondería, pero sentí que mi esposa estaba ahí“, dice un hombre que enviudó tras el tsunami, quedando solo a cargo de sus 4 hijas.
“Le dije que nuestras hijas y yo estuvimos buscando su cuerpo por mucho tiempo y que, cuando ya nos habíamos dado por vencidos, en el último día de búsqueda, la encontramos“, cuenta a Ozawa.
“Y le dije que sé que no puede volver, pero que en un futuro yo puedo ir hacia ella“.
Según Ozawa, a medida que los habitantes de Otsuchi avanzan lentamente en la reconstrucción del pueblo y enfrentan la realidad del aumento en frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, esa cabina telefónica sirve como un recordatorio de las vidas que no serán olvidadas.
Documental sobre el teléfono del viento de la NHK
Mas información: japonandmore.com/2019/06/14/telefono-del-viento-japon/