Ya sea como familiares o ejerciendo de cuidadores de un ser querido con Alzheimer, normalmente nos solemos preguntar: ¿Cómo puedo hacer para pasar más tiempo de calidad con ellos? Pues bien, algunas de las actividades que podemos compartir son: pasear, acompañar y facilitar las tareas domésticas, o algo tan sencillo como sentarnos a su lado y contemplar la serenidad de una puesta de sol o ver la televisión con ellos. Con cualquiera de estas opciones podemos disfrutar y estimular a personas que parecen Alzheimer.
Acompañar a una persona con Alzheimer a través de la expresión artística
Hacer actividades artísticas o manualidades con ellos es una manera de acompañar al familiar a llevar a cabo una tarea diferente, dando un carácter lúdico y a veces introspectivo en la tarea realizada. Ofrecer apoyo a las habilidades de la persona a la cual se está cuidando, requiere mantener una escucha activa y atender a la historia que nos cuenta, que ésta hace en primera persona, desde el punto de vista de quien lo narra.
Llevar a cabo un tipo de acompañamiento a través de la expresión artística o de actividades manuales, puede suponer un reto para quien los acompaña, ya que permite cambiar la manera en que el familiar está presente durante las diferentes etapas de la dolencia, ofreciéndoles espacios seguros, donde la persona afectada puede experimentar y hacer simulacros a través de la creación artística sobre aspectos de su vida que en la actualidad no puede. Se trata de ofrecer estrategias a través de estas actividades, permitiendo que se puedan expresar a través de sus creaciones, haciendo que se sientan escuchados sin intermediarios.
e encierran. Seguimos mirándonos. El silencio abraza las otras mil palabras que nos decimos sin decir nada. La negación, la impotencia, la rabia, la tristeza, la aceptación sin remedio y todas las demás fases que uno siente después de que la realidad te haya expulsado de la vida, se pasean entre las dos.
7 consejos para mejorar la convivencia con el Alzheimer
Para facilitar la aplicación de estas técnicas es necesario seguir una serie de consejos prácticos, para realizarlas sin interferir de forma negativa:
- Ponerse en el lugar del otro para acercarse mejor, para entender sus necesidades. Respetar las decisiones que toma, ya sea en relación a colores, técnicas, materiales…
- No hemos de olvidar que son personas con ideas y pensamientos propios, hemos de intentar no anticiparnos a lo que suceda, ni intentar evitar que se equivoque. No pasa nada si no sale perfecto o bonito, lo importante es que se ha esforzado, que ha experimentado y creado algo.
- Interés por conocer la historia vital de cada persona permite comprender las reacciones de las personas que tienes delante. Validar su narrativa, aunque sepamos que quizás no es verdad, ya que la persona siente que si lo es en ese momento.
- Acompañar al otro dejándole hacer y ayudándolo cuando sea necesario, explicándole que es un trabajo cooperativo. Estar presente y atento,… si nuestro familiar está haciendo algo y no está disfrutando, podremos dar alternativas y facilitar desde la compasión siempre sin juzgar.
- Es importante tener en cuenta que los ejercicios manuales o artísticos son un medio para hacer florecer historias, pasar un buen rato, etc. Aquello que se genere durante la actividad no tiene que responder a ningún parámetro estético, más allá del que el autor o autora quiera darle. Es importante no imponer ni insistir en que algo tiene que ser de una manera o de otra.
- Permitir que la persona decida sobre aquello que ha hecho, preguntarle si quiere regalarlo, enmarcarlo, tirarlo o guardarlo; otorga credibilidad y empoderamiento, haciendo que pueda decidir y ser autónomo sobre aquello que quiere hacer durante la sesión.
- También podemos preguntarle si nos deja que saquemos una fotografía de su obra final para enseñarla a otras personas, ya que esto puede hacer que aumente su autoestima y su sentimiento de bienestar y utilidad.
Silvia Fernández Cadevall.
Educadora Social, especializada en arteterapia. Fundadora de la Fundación Arte Paliativo.