La musicoterapia acompaña un viaje al interior de uno mismo. Los sonidos envolventes nos permiten acceder a un estado de relajación y suave ensoñación, difícil de experimentar en la vida diaria. La música tiene la capacidad de producir efectos en el ser humano, a todos los niveles: biológico, fisiológico, psicológico, intelectual, social y espiritual.