Un cuento de una psicóloga ayuda a los niños a gestionar el duelo.
Afrontar la muerte de un ser querido siempre es duro, pero para los más pequeños supone una situación más complicada de entender y afrontar.
La psicóloga de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, Esther Atienza, ha publicado un cuento breve dirigido a niños, en el que se afronta el tema de la muerte y cómo gestionar el duelo que se produce tras una pérdida.
El cuento, que se titula « Se vale, pequeña Aisha» y ha sido ilustrado por la pintora Rosa González, ha sido coeditado por Atienza, que lo escribió tras el homenaje que se hizo a un niño miembro de «Los Guachis», el colectivo de niños afectados de cáncer de Albacete, tras su pérdida, según ha informado este sábado en una nota de prensa la Consejería de Sanidad.
Atienza ha explicado que «buscaba un cuento que pudiera hablar de la muerte a los niños que estaban en ese homenaje y acabé escribiéndolo, pensando en sus familiares cercanos y también en mis propios duelos».
En el cuento, y a través de la metáfora de un huracán que ha arrasado con casi todo, la pequeña Aisha expresa sus emociones y se pregunta sobre ellas, para lo que la autora ha utilizado las expresiones «se vale» o «no se vale», que son las frases que utilizaban los niños hace algunas décadas para hablar de las normas de un juego.
El cuento pretende aliviar y facilitar la expresión de los más pequeños, ayudar al vínculo y la contención que se requiere, allí donde cruza un «huracán» como la muerte o la enfermedad, ha indicado la Consejería de Sanidad, que ha añadido que en la historia de Aisha se habla de las emociones que suponen el cambio y la pérdida, buscándoles su propio espacio.
La jefatura de Servicio de Salud Mental ha destacado la importancia del potencial de los profesionales de esta área y ha puesto como ejemplo a Esther Atienza, «en la que a la motivación, implicación y empatía, se suma una formación sólida que, con el paso de los años, imprime un estilo terapéutico, en este caso a través de la creatividad y la expresión escrita, fomentando la superación de la adversidad».
Esther Atienza ha realizado una autoedición del cuento con 100 ejemplares, con la intención de colaborar en el duelo de las personas que viven una situación similar «para que sea útil a muchas familias que están cruzando su propio huracán», aunque está prevista una segunda edición por la buena acogida que ha tenido.